viernes, 11 de mayo de 2012

Que no dejas que te quieran, solo quieres que te abracen.

Tú, la chica de los ojos del color de la cocacola, la que sonríe a las sonrisas, y sueña con conquistar el mundo. Tú que necesitas a alguien que te recuerde que tu puedes contra gigantes y monstruos, que saliste nadando, a contracorriente y con los huesos de cristal. Tú que necesitas que tus historias vayan a cinco kilómetros por hora para no marearte, para disfrutarlas, que buscas al hombre perfecto, y cuando lo encuentras no lo quieres. Tú que vivirías a base de principios, de cal y arena, de tira y afloja. Tú que sueñas con vivir al lado del mar, o sobrevolar la Torre Eiffel y desaparecer en París. Tú que cuando estas con ellos solo puedes sonreír. Tú, que aunque no siempre caíste de pie conseguiste levantarte, con la cabeza alta. Tú. Serás como la última y mejor versión de ti.