viernes, 4 de mayo de 2012

El corazón me pide vacaciones.

Intentas no pensar, dejarte llevar, que tus pies bailen al ritmo de la música, y que en tu cabeza no quede ninguna historia que te haga volver atrás. Intentas amarrarte el corazón, ponerte varios caparazones, uno por cada vez que te rompieron el corazón. Intentas que esta vez sea diferente, consciente de que los besos se acabaran cuando salga el sol, al igual que Cenicienta deja el baile a las doce, los besos se acaban a las ocho...
Y los días pasan, y esperas sin querer esperar, aunque no sabes muy bien el qué. Creyendo que conoces sus pensamientos, cuando ni si quiera aciertas con los tuyos.
Buscamos un poco de emoción. Sin promesas que cumplir, con palabras de esas que después se olvidan con el sol.
No hay un nosotros. Ni tampoco un tú y un yo. Dando patadas al sol. Olvidándonos de todo lo haya ahí fuera.
Solo existe el tiempo, que acaba cargándoselo todo.