domingo, 22 de julio de 2012


­­­­­­Quizás comenzó como comienzan todas las locuras, o las historias de amor de todos esos libros que habías leído: mandando el corazón sobre la razón. Comprando un billete de ida y vuelta a un lugar donde nunca habías estado, para un solo día, y por una sola razón. Me daba vértigo no saber a dónde iba, o porqué había contado una historia paralela en mi mundo para escaparme al suyo, y sin saber cómo, ahí estaba. Entre mi lugar favorito universal y tú. A 300 kilómetros de casa. Perdidos. Donde ni los remordimientos eran capaces de encontrarnos, entre arena y abrazos. Sin dudar, simplemente viviendo, viéndote a través de unos ojos entrecerrados, anulándome todo tipo de pensamientos y de ganas de huir de allí. Evitando que las dudas me congelen y me hagan salir de allí. Esta vez no había fantasmas, ni kilómetros, ni quiero pero no puedo. Solo besos mezclados con sal, aguantando hasta el último minuto, haciéndonos de rogar, o de soñar. Despegando, como todos esos aviones que volaban sobre nuestras cabezas, riendo o sonriendo, pero al fin y al cabo, solo nosotros, incumpliendo todo lo que habíamos dicho, todo lo que habíamos prometido.

+Es una locura...
-Pues bendita locura. 

martes, 17 de julio de 2012

En el fondo todo lo que quiero es verte amanecer.

Nunca me gustó volar en círculos cerrados. Me creí lo increíble, y confíe lo "inconfiable", quizás por verte sonreír. Pero rompí todos esos círculos y conseguí huir lo mas lejos posible. Me recompuse, cacho a cacho, minuto a minuto. Y ahora me encuentro a los pies de otro maldito círculo de mentiras, deseos y prohibiciones. Ahora está en mi mano escapar de ahí, y no dejarme caer, correr, huir, desaparecer. Que no te encuentre. Y que si me encuentras, sea para llevarme al fin del mundo.

lunes, 9 de julio de 2012

Si alguna vez te hice sonreír...

Mejor así. Mejor a 400 kilómetros de distancia, donde las ganas se queden escondidas. Donde no se repitan los amaneceres en Gran vía. Donde no seamos responsables de nuestros actos y no tengamos que darle explicaciones a nadie. Mejor así, sin complicaciones, sin quiero pero no puedo. Mejor sin ataduras, ni promesas, ni futuro. Mejor que no haya un nosotros, ni si quiera un tu y yo.
Hazme caso. Mejor así.
¿Trato hecho?

viernes, 6 de julio de 2012

Despertarme y haberlo olvidado todo.

No se a que maldito botón le habrás dado. Pero todo se ha vuelto del revés. Las cosas han dejado de salir bien, y esto va cuesta abajo y sin frenos, y aunque se vea el final, también estas a punto de empezar a ver el principio. Y necesitas parar. Y quizás te lo estés tomando todo a la tremenda, como haces siempre, como eres "experta en". Pero el esfuerzo se ha quedado sin recompensa, la pena ya no vale la pena, y la suerte, la suerte se ha esfumado.
Tienes que seguir, porque quedan tres días, porque una parte de ti quiere lograrlo, pero otra parte ha terminado de rendirse. Las fuerzas se fueron con la suerte, y tú apareces a rato por día para intentar sacarme una sonrisa.
Hoy solo ha habido amagos de sonrisa, pero ya has conseguido mas que muchos. Tampoco ha habido despedida, porque hoy no quería que te despidieses. Solo esos malditos puntos suspensivos que esconden tantas cosas detrás como un "esta noche quédate"...

Escapar juntos de aquí.

A penas han pasado 5 días desde que comenzó Julio, y ya se me está haciendo eterno. El calor aprieta, y los folios que quedan por estudiar son inversamente proporcionales a tus fuerzas. Ya no puedes mas, no tienes ni ganas ni fuerzas, y es que este maldito tercero te ha dejado en la cuerda floja. Y si fuese por ti, te rendirías, ahora mismo, cogerías la salida 118 con dirección a tu lugar favorito universal, te pondrías esa canción que te vuelve loca a todo volumen y verías atardecer al volante. Deseando llegar, sentir ese olor a mar, pasar las noches en vela, estar en el paraíso, despertarte y haberlo olvidado todo, y dormir, dormir hasta que me duelan los sueños. Pero como dicen "tu eres de las que no se rinden". De las que sigue luchando aunque esté todo perdido, de las que hace posible lo imposible, de las que regala su ánimo a los demás para que nadie se quede perdido.
Pero ya no tengo ni ánimos, ni fuerzas, ni nada. Esto se acaba. Y en unos cuantos días, nos vamos.
Claro que el irse de aquí significa dejar algunas historias inacabadas, significa no saber que va a pasar dentro de tres meses cuando vuelvas, significa que tendrás que darle al pause durante unos días, y que pase lo que tenga que pasar, de otra manera no tiene sentido, porque ni puedo ni lo quiero controlar.

domingo, 1 de julio de 2012

No quiero.

El típico "no quiero necesitarte porque no puedo tenerte" cobra mas sentido que nunca. Claro que no quiero quererte, no quiero necesitarte, ni echarte de menos. E incluso a ratos siento que esos momentos contigo ya los he vivido, con otro. Y no puedo. No puedo volver a caer en el mismo error, no puedo volver a tropezar con la misma piedra. Tu me lo dijiste "no soy malo, pero si un cabrón". Y yo soy la típica que se enamora de los cabrones, la típica masoca que le gusta estrellarse contra el muro una y otra vez creyéndose invencible, la típica que cree que verás la luz y te presentaras en mi puerta y viviremos un final feliz.
Pero se te olvida que los finales nunca son felices.