Pero quieras o no los fantasmas del pasado siguen escondidos en el armario de tu habitación, el miedo, la desconfianza y las mentiras hicieron mella, y se quedaron ahí estancadas. Impidiendo recomponerte y volver a creer. No crees que esto acabe bien, no crees que el vaya a dejar el mundo por ti, no crees que todo vaya mas allá de unas cuantas noches de alcohol en vena.
No crees. A nadie, ni si quiera a el.

Y huyes, no se hacia donde, para que no te encuentre, para que no se repita la misma historia de siempre.