lunes, 23 de septiembre de 2013

23 de Septiembre de 2013.

Ya está.
Ya habían pasado mas de doscientas noches sin verte, incluso trescientas. No sé, dejé de contarlas.
Y esperé.
Te esperé.
Esperé que hubieses querido a alguien tanto como yo te quise a ti, que temblaras, que soñaras con verme aparecer.
Que nos creyésemos invencibles. Que nos riésemos de los años, que le escupiésemos al tiempo, y fuéramos miles de veces mejor de lo que fuimos.

Pero el tiempo no pasa en balde.
Pero a veces si, y aunque yo no me acordara de tu voz, sigue siendo la misma de siempre.
Pero aquí te espero, a que me destroces, a que me vuelvas a hundir en mundos desconocidos, a que me salves, a que cambies, y seas lo que espero, o lo que quiero.
Pero nos quedamos a años luz, a besos de distancia, a sueños imposibles, a quiero pero no puedo,
A ti, a nosotros.
Y volver a tu realidad duele, peor no tanto como cuando nuestro mundo dejo de girar.
Tus ojos verdes siguen perdiéndome, y tu no has cambiado nada, sigues a mas flor de piel que nunca. Volar no te ha sido suficiente, y necesitas más, pero yo te di todo lo que tenía. Y ya no queda nada, ni nadie.
Peor es pensar que lo hiciéramos aún peor, Que los huesos pudiesen doler mas que aquel día que dijiste "pues ya esta, si no quieres que vuelva a aparecer no vuelvo" y como he querido desde entonces volverte a ver, que vuelvas a hacerme querer, por muy malo que seas, y por mucho que yo no me merezca tal o cual.
El amor es ciego.
Y nosotros mucho más.
Y yo no quiero volver a romperme, volver a tocar fondo esperando verte quererme, o verte matar monstruos por mi, o verte renacer de nuestras cenizas, y que volvamos a ser esa puta mierda que mueve mi mundo, peor que el extásis, que el cannabis, que todas las drogas que puedan volverme loca.
Pero no tanto como tú.
Aunque algún día se acabará, dejará de doler, de quemar, de picar.
Quizás tengas que volver a romperme.
A hundirme.
A quererme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario