miércoles, 14 de marzo de 2012

Me enseñaste que ser fuerte vale mas que ser valiente.

A veces no somos conscientes de todo lo que pasa a nuestro alrededor. Nos olvidamos de lo que hay, y de lo que no, de los que están, y de los que se fueron para no volver. Ellos, los que se fueron, o por lo menos, los que ya no podemos ver. Y es cuando ves fotos, videos, y ves esas caras llenas de vida, de besos, de sonrisas. Momentos únicos, irrepetibles, que echas de menos, y que darías todo lo que tienes en esta vida para rememorarlos.
Ahora ya es tarde. Siempre es tarde. Los humanos tenemos esa capacidad innata de llegar tarde siempre. De no llegar a tiempo, de dejarlo para mas tarde, de no decir "Te quiero" o "te echaré de menos" a tiempo.

Ya han pasado veintisiete meses desde que no pronuncié aquel te quiero, o aquel te voy a echar de menos. Y ahora te echo de menos mas que nunca, y te quiero como a nadie, y es una pena que ya no lo puedas escuchar. Aunque se que lo sabes. Porque se que estás, porque apareces cuando te llamo, y me das la mano cuando lo necesito, porque eres mi ángel de la guarda, y tu me das las alas para volar. Porque desearía que estuvieras aquí solo para volver a verla sonreir, para que vuelva a ser ella, porque cuando tu te fuiste, parte de ella se fue contigo, y no sabes como os extraño, a los dos, con vuestros besos, vuestros abrazos, demostrándole al mundo que el amor existe, y que vosotros erais mi mayor ejemplo de ello.

Aún no entiendo como, ni cuando, ni porque. Sigo sin verlo justo, y sigue pasando el tiempo, pero tu no vuelves. Y cada vez que llamo a tu puerta, no es tu respiración la que escucho al otro lado.
Porque ya, no somos veintidós...

Te quiero, mucho, muchísimo, por siempre y para siempre...

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