lunes, 13 de febrero de 2012

Hasta la punta de mis pies tienen vértigo de tus palabras.

Lo voy aprendiendo a ratos. Recapacitando. Y no me digas que no lo intenté, porque me deje la piel, incluso hasta los huesos de cristal. Puedo olvidar. Pero volveré a recordar. E intento escapar. Por eso estoy en un sitio en el que ni yo se donde está. Desaparecida. En un mundo paralelo, donde el cojín al que duermo abrazada tiene nombre y pensamientos propios. Donde mi mente va seis meses por delante que mis pies. Donde el frío se concentra en las manos. Donde las horas no pasan. Y los sueños, se acaban haciendo pesadillas. Donde no puedes gritar, ni susurrar. Donde un abrazo te remonta a años atrás cuando a penas medias un metroypico. Donde los cafés se miden por litros.Y donde intentas sobrevivir hasta mañana.
Donde gritas, pero nadie te escucha.












Y lo peor, es que sabes como salir de ahí.

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