Pero no cumpliste lo que prometiste. Te enamoraste a primera vista, no una ni dos, sino infinitas veces, anduviste sobre arenas movedizas y dejaste tu espalda al aire, dejando que el viento te contase los lunares. Regalaste sonrisas y confiaste ciegamente en cualquiera que se interesase por ti. Rompiste las reglas, y te rompieron el corazón. Pero también te lo recompusieron. Lloraste mares, y reíste hasta formar océanos. En apenas media vida has conocido el cielo y el infierno.
¿Sabes que te quiero decir?
Que sin conocer el infierno, no eres capaz de reconocer el cielo.
Y desde aquí arriba, todo es demasiado bonito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario