lunes, 17 de marzo de 2014

Si tu me dices ven lo dejo todo. Pero dime ven.

Todavía siguen volando los restos del naufragio. Y que como tu dices de eso hace ya mucho tiempo. Pero de nosotros no. Y a veces el tiempo no es suficiente, no basta, no cura, ni calma. Solo nos desarma, nos aleja y nos vuelve a juntar. Y a lo mejor el destino somos nosotros mismos. A lo mejor estábamos destinados a no ser, y solo a querer. Pero yo no he vuelto a volar tan alto, y me aterra no poder hacerlo si no es contigo.
O que sueltes la cuerda y yo caiga,
o que tires y ganes. Me ganes.
No se que me aterra más,
si contigo o sin ti. Si conmigo o sin mi.
Quizás si que haya que decidir si seguirte al fin del mundo, con el riesgo que ello conlleva, y con el orgullo que habría que destruir. Porque quizás si tardamos mucho más ya sea demasiado tarde.
O quizás el tiempo tenga otros planes para nosotros al igual que los tuvo cuando volamos en mil pedazos.

Y no, no quiero que te vayas, los quedaté ya se quedan cortos, y las ganas muerden, el tiempo afixia y lo peor es que corre en nuestra contra.
Pero nosotros mientras jugamos a hacernos daño, a estamparnos realidades, a llamarnos a gritos sin soltar palabra, a buscarnos, a encontrarnos y a volvernos a perder.
Nos conocemos demasiado bien.
Y nunca acabará,
hasta que uno de los dos deje de respirar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario