jueves, 4 de abril de 2013

Ya verás.

Que yo te vi primero y sobraba lo demás...
Sobraron los quiero pero no puedo, sobraron los besos guardados por si volvías a darme tus mejores noches. Sobraron las mariposas y los cometas que estallaban en mis ojos cuando aparecías para hacerme sonreír. Sobraron el "yo creo" y el "quizás". Sobraron las palabras atravesadas en mi garganta por miedo a entrar en contacto con el aire. Y ahora sobran los recuerdos. Sobra mi subconsciente que aprovecha a partir de media noche para hacerte aparecer en contra de mi voluntad.
Pero con el tiempo aprendes que los recuerdos no se borran.
Que las mariposas se durmieron hace meses y viven con miedo a despertar.
Los besos guardados se caducaron por no darlos intercalados con aquellos "quédate" que intentaban retenerte cinco segundos mas a mi lado y ahora ordeno todas esas palabras listas para salir en un orden diferente quizás al de hace miles de noches.

Y creo que entonces salté tan alto que volé,
en mil pedazos,
y quizás tu te hayas llevado alguno de esos pedazos, pero siguen faltando piezas, trozos de un corazón malgastado por los años, y con unas ansías locas de enamorarse antes de que vuelva a aparecer tu sonrisa a la vuelta de la esquina e inconscientemente sigo guardándote ese lugar por si apareces, pero conscientemente desaparecería si vuelves aparecer. 
Aún no he encontrado una teoría que explique mi manía de echarte de menos los meses impares y de más los meses pares,
llámame loca,
pero creo que sobrepase los límites de la cordura, y créeme que eso me da mas miedo que tú.
Otorgarte esa importancia que demostraste no tener el día del desastre de mi vida me hace odiarte aún más, y preguntarme ¿qué coño hiciste para hacerme creer que de verdad podía volar?.
Me mataste, y ahora vivo esperando a alguien que no me haga creer que puedo volar, sino que me haga volar.

Ya sabes que en este juego nunca podemos ganar los dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario