domingo, 8 de junio de 2014

Let me go.

Déjame ir. Deja que me vaya. Que se acabe. Que nos perdamos, que me pierdas. Que no vuelva. Que escribamos el final.
Déjame (sobre) vivir.
No quiero que vuelvas si no es para quedarte, no quiero que vengas, sueltes un par de migajas y te vayas, no quiero esperarte, que me mires desde el otro lado de la barra como si no hubiera nada más. No quiero quererte más, no quiero ni puedo.
Y no sabes como lo he intentado, como me he autoconvencido de que volverías,
de que esta vez sería, serías, y seríamos diferentes.
Pero es imposible.
Que los imposibles también existen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario