domingo, 9 de febrero de 2014

Ojos que no ven, corazón que te miente.

A veces no vale solo con huir, que huir calma las heridas, pero no las cierra, y cuando vuelves todo sigue como estaba, sube la marea, aparecen los relámpagos, y vuelve a doler. Y vuelves a huir.
Porque de lejos no dueles, ni flotas, ni apareces para desarmarme. Porque lejos no pienso en mi contigo, si acaso solo en ti.
Y ya sabes, ojos que no ven, corazón que te miente. Que ya se encargará el mundo de que me acuerde, que ya aparecerán las casualidades para encontrarnos cuando no quiera verte, y para pintarme tu nombre allá donde vaya, para que no se me olvide en cuantos trozos me rompiste, y yo me dejé romper.
Y por más que quiera escapar de la zona cero, correr, irme y no volver, todos los caminos llevan al mismo sitio. A ti. Al naufragio. A donde ya no queda nadie.

Ahora entenderás por qué no quiero volver, por qué solo se me da bien huir.
Que seis meses son todavía muchos meses,
muchos días de quererte y muchos de huir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario