domingo, 1 de julio de 2012

No quiero.

El típico "no quiero necesitarte porque no puedo tenerte" cobra mas sentido que nunca. Claro que no quiero quererte, no quiero necesitarte, ni echarte de menos. E incluso a ratos siento que esos momentos contigo ya los he vivido, con otro. Y no puedo. No puedo volver a caer en el mismo error, no puedo volver a tropezar con la misma piedra. Tu me lo dijiste "no soy malo, pero si un cabrón". Y yo soy la típica que se enamora de los cabrones, la típica masoca que le gusta estrellarse contra el muro una y otra vez creyéndose invencible, la típica que cree que verás la luz y te presentaras en mi puerta y viviremos un final feliz.
Pero se te olvida que los finales nunca son felices.